Llevar las raíces tan dentro, que la fusión es la única opción posible. La necesidad de mostrar la esencia de una cultura, creando un sonido que ahora forma parte de todos.
La música es un idioma universal, pero cada país tiene su acento.
El lado salvaje de nuestro corazones, de la mano unos proscritos. Todo aquello que se nos ha prohibido, se vuelve atractivo y deseable. Los anti-héroes se convierten en los ídolos de una generación.
Appetite for Destruction fue algo más que un disco.
Saber mantener todo aquello que nos hace únicos en segundo plano. No utilizar los rasgos complejos de nuestra identidad como carta de presentación. Poder descubrir por nuestra cuenta la esencia de los detalles.
Spandau Ballet siempre serán la elegancia y la distinción en la música.
Intentar volver atrás, cuando las cosas parecían más fáciles. Olvidar todo aquello que nos separó e hizo tanto daño. Abrir el corazón a la confianza que tenías de niño. Enterrar los fantasmas, para que no vuelvan a despertar.
La posibilidad de encontrar belleza en cada gesto. Sentir que la vida es un gran viaje a cada paso. Enamorarte cada día de la persona que siempre ha estado a tu lado. Sorprenderte del mismo modo, con el sabor del último café.
Aislarse de todo, es la mejor forma de encontrar lo que buscas. La soledad como única compañera, para un camino que todos debemos hacer. Entender que las respuestas, son sólo un bálsamo para el miedo a la incertidumbre.
John Frusciante hizo un viaje a la soledad, para traer una parte de todos nosotros.
Plasmar un sentimiento en cualquier obra. Hacer que la música nos comunique aquello que sólo era una idea. Trasmitir sin tocarnos, todo lo que necesito expresarte.
La necesidad de alejarte de todo aquello que conoces. Ser un desconocido en tierra de nadie. Hacer una linea que divida el pasado y el lugar al que quieras ir. Dejar a un lado los motivos que te obligan a llorar.
Aunque nunca dejaremos de ser lo que somos. Esta es la música para recordar.
Aceptar nuestra naturaleza. Lo que nos hace finitos, para así, volvernos libres. El miedo no es algo que podamos ignorar. Vive dentro de nuestros corazones. Es como el frío, una vez que lo has sentido, aprendes a reconocerlo.
La voz de Leonard Cohen nos reconcilia con el lado oscuro de nuestra alma.
El disco que me acompañó en mi primer viaje. Las canciones que inspiraron mi rebeldía. El gran concierto que me devolvió mi juventud. La noche que me reconcilié con la música. Las notas que siempre fueron complicidad con grandes amigos.
Estoy tremendamente agradecido a los Maiden por este disco.
No tenemos otra forma existir, sino seguir viviendo. No queda más camino, que el que tenemos en frente. Nunca encontraremos muros de papel, puñales que no maten, ni palabras que no hagan daño.
La vida es un duro trabajo, que recompensa cada día.
Al igual que la vida, la música de Norah Jones discurre por un largo camino sin retorno. Fluye por la piel, como el agua tibia. Nos acaricia, como la mano amante. Nos da sensación de tránsito, pero con el calor del hogar en el alma.
Norah Jones hace música, para viajar desde cualquier lugar.
Una sola nota de violín te extrae el alma. Cuando se escucha por primera vez la combinación de Ara Malikian, junto a la guitarra de José luis Montón, entiendes que la música nunca volverá a ser igual.
Esa noche, tiene su canción. Este disco, es para siempre.
Componer un puzzle de sonidos, que genere una imagen coherente. Rozar lo absurdo, sin ser irracional. La mente de un hombre. Una caja de Pandora sin limitaciones.
Hacer algo perfecto rompe los moldes, pero también la inspiración. No saber que hacer después de decirlo todo. Repetirse o dejar de existir. Cuando se llega a ese punto, ya nadie puede volver.
Incubus no ha dejado de crecer. Aunque ya sólo pueden ser, un hermoso final.
La provocación nace del inconformismo, como la revolución del malestar. Una de las opciones más delirantes del ser humano, es la autodestrucción. Cuando esa mezcla de sentimientos se produjo, apareció el punk.
Lejos nos quedan esos años, pero las historias se vuelven a repetir.
Intentar comprender esta obra sin sentirla, se aleja de lo posible. Las notas entran en nuestra alma, como un latido de vida y esperanza. Beethoven expresó con esta sinfonía, los sentimientos que nos unen con la vida.
La música es el único arte que nos llega sin tocarnos.